viernes, 13 de diciembre de 2013

Sobre los semáforos nutricionales en el etiquetado


Con la idea de que la población esté mejor informada de lo que come, algunos nutricionistas proponen el uso de los llamados ”semáforos nutricionales”, que en la portada nos indicarían con colores que nos orientarían a comer o no cierto alimento. Por ejemplo, para que nos entendamos, un refresco estaría en el rojo en cuanto al azúcar, pero verde en cuanto a grasas, y el bacon estaría rojo en cuanto a grasas y lascalorías y verde en cuanto a azúcar, y así podríamos seguir.

En primer lugar, supongamos un experimento mental. Salgamos a la calle y preguntémosle a la gente cuánto brócoli tendría que comer para engordar tanto o más que con una pizza carbonara. Probablemente te acaben diciendo que necesitarías llenar tu barriga hasta la extenuación para equivaler a un cuarto o un tercio de pizza. Bien, hemos demostrado mentalmente que la gente no es tonta y tiene una noción bastante intuitiva de lo que es más calóricamente denso y lo que no. Ciertamente, la gente puede empezar a hacerse un lío y te dirá que engorda más un huevo que cinco galletas maría... Pero eso es porque se ha pervertido el concepto de lo que engorda y lo que no respecto a los productos cárnicos, pero no entremos ahí.

Aún así, el argumento de que la gente no es tonta puede que no convenza a muchos, así que como no quiero enrollarme mucho en cada punto, hago una pequeña lista:
  1. Simplifica demasiado el asunto. No se trata tanto del porcentaje de macronutrientes sino también el origen de los mismos. ¿Acaso es igual un gramo de carbohidratos provenientes de la zanahoria que de la coca-cola? 
  2. El etiquetado me parece lioso e incompleto. ¿Significa eso que podemos comer muchos alimentos con todos los indicadores en verde? Preveo mucha gente hinchándose a special K por la noche porque según la etiqueta son muy sanos. Deberían poner también las densidades calóricas junto a las calorías de la ración recomendada, para que la gente entienda la diferencia entre comer 30g de cereales (que no es tan grave) y comer 100.
  3. Quizá debería ponerse el índice glucémico o mejor la carga glucémica por ración recomendada en vez de la cantidad de hidratos. ¿Que la gente no sabe lo que es? Pues habrá que explicárselo.
  4. Sigue la pirámide nutricional. Aunque aún haya muchos que la lleven tatuada en sus neuronas, está bastante discutida, incluso por algunos organismos de salud de renombre, como la universidad de Harvard. Por tanto favorecería dietas altas en carbohidratos, bajas en grasas saturadas, moderadas en insaturadas y bajas en proteína (0.8g/kg, la RDA).
  5. Obviamente, si algo es alto en grasas y alto en azúcar, es mejor que no os lo comáis. Pero si nos viéramos en la tesitura de escoger algo alto en grasas o algo alto en azúcar, quizá mucha gente pensaría que es mejor comerse unas galletas para desayunar que dos tiras de bacon. Bueno, es un tema que repito un poco en este blog, y el azúcar es un placer que deberíamos dejar al mínimo, mientras que las grasas nos son necesarias. 
  6. Esto ya pasa con la información actual: se hace trampas con la ración recomendada. Lo típico es el bol de cereales de la foto de unos 300ml repletos de chocapic con leche, cuando luego la ración recomendada apenas alcanza un cuarto de vaso en seco y un poco de leche (no me trago lo de la ”sugerencia de presentación”). 
  7. Antes que hacer semáforos deberían informar más correctamente sobre si lleva grasas vegetales hidrogenadas y si lleva sirope de maíz alto en fructosa. Y otras muchas cosas que seguro que me dejo en cuanto a la importancia de lo que comemos.
  8. La gente en general no es tonta, no hay tanta falta de información y buena parte de la desinformación viene de los mismos organismos de nutricionistas. Si las cosas son más sutiles de lo que explican, entonces habrá que entretenerse en transmitir realmente lo que dice la ciencia. Si los físicos nos entretenemos a explicar qué es el bosón de Higgs, los nutricionistas deberían preocuparse en explicar mejor sus recomendaciones.
  9. La industria alimentaria puede aprovecharse de la situación, jugando con las recetas para que se vea todo verde pero tirando al amarillo, o nunca rojo (o naranja, en consumer).
  10. Da impunidad a las comidas procesadas, cuando debería recomendarse no comer apenas nada que tenga un semáforo en la caja, por muy verde que sea. Puede servir como justificación para picotear todo el día snacks bicentury.
Mi apuesta pasa por informar bien a la población. Tendemos a pensar que la gente es tonta, pero luego nos encontramos con blogs que no son de entrada fáciles y aún así tienen éxito, porque la gente quiere saber y quiere entender cómo comer, no les basta con asertaciones directas ”el colesterol es malo” o explicaciones sencillas ”porque al entrar en la sangre atasca las arterias". La gente quiere aprender cómo comer sin oír lo de ”come menos y haz más ejercicio”, como si fuera tan fácil. La gente quiere que no la traten como una tonta, y hacer un semáforo nutricional es como decirle a la gente ”eh, que si comes medio paquete de tosta rica, engordarás”. Hemos de dejar de simplificar todo lo que contamos, la gente no es tonta, y si no lo entiende ha de sentirse cómoda como para preguntar sin miedo.

4 comentarios :

  1. Muy buena entrada.
    Me ha gustado especialmente la comparación de las galletas vs. bacon, por que parece que las grasas son el demonio y los azucares pues bueno... piensas: solo son unas pocas galletas. el problemas es que son las galletas, el azucar del café, el postre, el azucar del zumo (que por muy sano que nos parezca la mayoria de zumos envasados lleban bastante...) etc etc etc
    Aun que si he de decir que creo que los semaforos nutricionales nos dan una idea en caso de duda y en ese sentido, sin usarlos como la biblia, nos pueden ayudar.

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    1. Gracias!
      Con lo de los zumos, también es que el azúcar de la fruta se digiere más rápido y hace que nos resulte menos sanos. A mí es que los zumos nunca me han gustado especialmente, pero aún sin azúcar añadido no son la panacea.
      Los semáforos pueden estar bien como ayuda en caso de duda,, pero no los dejaría como único referente de la salubridad de un producto, la verdad.

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  2. El semáforo tal y como está entendido hoy en día no es más que una apología de lo cuantitativo que desvirtúa muchos aspectos nutricionales a tener en cuenta.

    Guía de burros sin mucho sentido real. ¿Cómo una persona relativiza los colores? ¿Tienen todos el mismo valor? ¿Deben trabajar los niveles en el mismo sentido en cuanto a "ausencia/presencia?

    Preguntas al aire que hacen que a mi gusto, no sea una herramienta útil ni educativa.

    Buen post Demóstenes ;)

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    1. Me alegro de que te haya gustado, sobre todo porque al escribirla no me convenció del todo lo escrito.

      Me quedo con tu última reflexión: no es una herramienta ni útil ni educativa.

      Gracias por el comentario!

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