Tras pasar días y días mirando lo que comemos, haciendo ejercicio tanto aeróbico para activar el metabolismo como algo de musculación para tonificar y estar más ágiles, a veces parece que la perspectiva de no poder comerse una pizza o un dónut de vez en cuando no nos resulta alentadora y sólo consigue que se quiebre nuestra voluntad, y con ello al traste la dieta.
No son pocos los dietistas que aconsejan realizar un día a la semana o una comida en la que podamos comer lo que queramos y darnos así ese capricho por el que suspiramos. La idea resulta alentadora porque si nos concedemos un capricho eventual podemos ayudar a superar momentos de debilidad si sabemos que tal día podremos comer y de hecho poder disfrutar del capricho de verdad y sin remordimientos.
Además, cuando disminuimos nuestra ingesta de calorías, lo primero que hace nuestro cuerpo es disminuir la velocidad de nuestro metabolismo. Una comida libre semanal, nos ayudará a mantener el metabolismo más activo y así perder peso con más facilidad, aunque esto hay que aclarar que los últimos estudios científicos parecen estar refutándolo, pero sí que es cierto que por una vez cada semana o diez días no engordaremos y en cambio sí que disminuiremos la ansiedad. Eso sí, es importante controlarnos un poco incluso en esos días, porque recordemos que nuestro objetivo tiene que ser un cambio en el estilo de vida, y eso no puede incluir que una vez por semana nos comamos un menú extra grande del McDonald’s o nos comamos el equivalente a 3000 kcal en pizza y cerveza en una noche entre colegas, este tipo de desfases podemos dejarlos para dos o tres veces al año.
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Yo no se si los científicos están a favor pero yo si que he notado que una comida semanal ayuda cuando nos estancamos en un peso durante semanas, a seguir bajando y aliviar esas ganas de comer porquerías que acaban enviando al traste todos los esfuerzos de los días previos. Yo lo recomiendo pero con cabeza: un buen plato de pasta, una porción de pizza, un buen postre que normalmente estaría vetado...Realmente tampoco añadimos muchas más calorías y disfrutamos más de todo el proceso de perder peso.
ResponderEliminarMuy buena entrada. ;*
Claro, es que sobre todo creo hay que evitar los atracones. Si nos agobiamos demasiado por las dietas, acabamos comiendo cosas que no debemos y no perdemos peso. Pero también hay que andar con ojo, porque también los hay que por hacer un día de descanso se ponen a zampar como si no hubiera un mañana y eso tampoco es sano!
Eliminarmuchas gracias :*:*
Creo que es fundamental para mantener la motivación, además ayuda creo a que luego cuando dejes la dieta no sea un cambio tan superdrástico y se produzca el típico efecto rebote!
ResponderEliminarUn beso ;)
Sobre todo ayuda porque así no nos veremos tentados a comer todas esas cosas que llevamos meses sin probar. En plan.. ”Dejo la dieta, así que esta noche ceno de pizza, mañana desayuno magdalenas y cola-cao, y más tarde como en casa de mi abuela y me como todo lo que me ponga como si no hubiera un mañana”. Que hay quien hace eso, y claro... luego tienen efecto rebote y les extraña xD, pero si contaran las calorías que comen se asustarían!
EliminarAyer me comí una haburguesa con patatas fritas... mmm... riquisimo¡¡¡
ResponderEliminarY ya he pensado mi proximo capricho¡¡ jaja Si, porque yo los premedito¡ Un llao llao, el yogur helado este que está tan de moda¡
Como ves, estoy totalmente de acuerdo contigo. Tmb es importante conocerse a una misma, por ejemplo yo puedo prescindir de lo salado y no me importa tanto, pero el dulce... Ay¡ El dulce es otro cantar¡ La parte buena... hay un monton de productos dulces que aunque son más caros son más saludables y te ayudan a quitar el mono y controlar la ansiedad.
Besitos
Hola! Se que esta entrada es antigua pero es que acabo de descubrir tu blog ;-)
ResponderEliminarEl endocrino que me lleva ahora la dieta esta totalmente a favor de los cheat meals, de hecho una vez por semana me doy una comilona, lo que he aprendido es a que esa comilona sea de calidad, no un menu gigante del burger king. Si quiero una hamburguesa me voy a un buen sitio donde me la hagan a la brasa y en condiciones. Si quiero pasta me voy a un buen italiano (nada de Ginos) y si quiero un dulce paso de los bollos envasados, me voy a una buena pasteleria. Que engorda igual? claro. Pero siempre tendra mas calidad y sera mejor para mi salud. Para mi bolsillo es algo peor, pero antes comíamos de guarrerías dos o tres veces por semana, ahora uno pero mejor.