domingo, 2 de noviembre de 2014

Fijarse en las calorías es limitado: 4 hechos que lo demuestran


¿Adelgazar es cuestión de calorías? No se puede negar la evidencia: sí. Las calorías son, en primera aproximación, lo más importante. Pero como decía Einstein, hay que simplificar las cosas, pero no demasiado. Quedarnos en que para adelgazar hay que simplemente comer menos calorías, y divulgar a la población esa imagen simplificada, es muy limitante. Al modelo calórico, hay que sumarle la reacción de nuestro sistema endocrino, nuestras hormonas, a aquello con lo que nos alimentamos o nuestro estilo de vida en general.

Veamos algunos ejemplos bastante claros de ello:

¿Dormir poco adelgaza? Durmiendo, tenemos el cuerpo totalmente en reposo (menos el cerebro) y por tanto gastamos menos calorías. Sería lógico pensar que dormir poco debería ayudarnos a adelgazar...  Pero no. Numerosos estudios (un ejemplo de los miles que hay) relacionan la falta de sueño con el sobrepeso.

¿Tomar lácteos desnatados adelgaza? La lógica está ahí. Si normalmente tomamos un vaso y medio de leche y un yogur diario, si decidimos tomarlos desnatados reduciríamos unas 150kcal. Esa cantidad de kcal significaría más o menos una diferencia de 8kg anuales... Pero no. De hecho, aunque en una intervención es cierto que se empieza perdiendo peso, el efecto dura poco y el consumo de lácteos desnatados respecto a los enteros no sólo no asocia ninguna pérdida de peso, sino que quienes toman los lácteos con toda la nata tienen menos perímetro abdominal. Más información al respecto en: "Lo que dice la ciencia para adelgazar".

¿Cambiar azúcar por edulcorantes adelgaza? Una lógica semejante a la anterior. Lo lógico sería pensar que si eliminamos las 50kcal de azúcar que le echamos al café, o las 200kcal que tiene una coca-cola, adelgazaremos. Pero en la población, no se ve que gente que tome edulcorantes artificiales tenga una mejor composición corporal que quienes toman azúcar, más bien al contrario, de hecho en este estudio de intervención, eran las mujeres que tomaban edulcorantes artificiales quienes tenían más facilidad para ganar peso, quizá por razones neurobiológicas, o quizá por razones más complejas a través de una resistencia a la insulina inducida por la flora bacteriana.

¿La saciedad de los alimentos depende únicamente de sus calorías? Las personas tendemos a subestimar cuántas calorías comemos, sobre todo quienes tenemos problemas de peso, y eso lo haremos siempre de un modo supeditado a cuánto nos sacia una comida. ¿Nos sacian las 150kcal de una guarnición de patata hervida igual que las de un cruasán? Por supuesto que no. Y es de hecho la ingesta calórica medida objetivamente y no la que nosotros mismos percibimos la que predice mejor la ganancia de peso. Como ya dije en otra entrada, sí que podemos pensar en que algunos alimentos engordan si pensamos en su aporte calórico y en su saciedad.


crédito: Esto No Es Comida

Quedémonos con algo importante. Las calorías son importantes, pero cómo los alimentos afectan a nuestras hormonas lo es más, porque es lo que va a marcar cómo tanto en el corto como en el largo plazo el que tu cuerpo vaya a pedir más o menos calorías (ya sea para almacenar o para usar). No podemos estar infinitamente contándonos las calorías, pero sí podemos estar infinitamente comiendo sano.
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