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lunes, 21 de octubre de 2013

Por qué a veces ”comer menos y hacer más ejercicio” no funciona

Si tus comidas se parecen a ésta, lo más probable sea que a pesar de llevar una dieta hipocalórica estés pasando hambre. Fuente: Flickr (que por cierto, si os fijáis en el fotógrafo, no es un hombre que esté especialmente delgado).

Para perder peso ”hay que comer de todo pero en menores cantidades y hacer más ejercicio”, es la creencia popular,  y a menudo lo recetado por médicos e incluso algunos nutricionistas. Por tanto, siguiendo esta lógica, quien está gordo es simplemente por su culpa, porque come más y porque no se mueve lo suficiente. Todo esto viene de algo bastante lógico: Si acumulamos grasa es porque hemos comido más de lo que necesitamos gastar, es decir que llevamos una dieta hipercalórica, y para perder grasa tenemos que gastar más energía de la que consumimos, es decir que tenemos que llevar una dieta hipocalórica. Esto no es ninguna mentira, una caloría es una unidad de medida de energía, y efectivamente si engordamos es porque comemos más de lo que gastamos.

Pero aquí el problema es obviar que la parte fácil de hacer una dieta es comer menos, es algo que requiere tesón. Lo más difícil de hacer la dieta es controlar cuánta energía gasta nuestro cuerpo. Y no, en esta ocasión no voy a hablar de los beneficios del ejercicio, porque haciendo ejercicio no se gasta tanto y el cuerpo también se acostumbra, sino del gasto básico que realiza nuestro cuerpo para realizar las actividades de la vida diaria. Cuando a nuestro cuerpo le falta energía, nos sentimos cansados, tendemos a encorvarnos, a arrastrar los pies, somos más sensibles al frío, estamos más callados y nos sentimos más deprimidos; son todo efectos llevados por las hormonas que controlan nuestro humor, nuestro rendimiento energético y nuestra hambre. Todo eso son signos inequívocos de que nuestro cuerpo está tratando de ahorrar toda la energía posible, es algo similar al modo de ahorro de energía que tienen los aparatos electrónicos cuando detectan que la batería está baja.

Es por eso que hay gente a la que hacer dieta parece que no le vaya bien. Una persona con un gasto energético diario de 2500kcal va a perder peso en cuanto empiece a restringir su consumo calórico, por eso si se pone a una dieta de 1500kcal debería perder alrededor de 1kg semanal. Pero eso no siempre funciona, porque en cuanto esa persona lleve un par de semanas a dieta, su gasto calórico disminuirá, su cuerpo ralentiza el metabolismo para compensar la reducción del consumo calórico y puede acabar llevando una dieta de 1000kcal y apenas perder nada de peso mientras su cuerpo le pide más y más comida. Pero no sólo eso, sino que además la restricción calórica llevará a un leve estado depresivo que hará que aumente la ansiedad por la comida, y cuando esa persona ceda a la dieta (normalmente algo con fuerte carga glucémica) recibirá un subidón hormonal que hará que se encuentre de mejor humor. ¿Por qué creéis que mucha gente con sobrepeso se siente más feliz con los kilos de más que estando a dieta? Si tanta gente elige sentirse infeliz a pesar de tener un sobrepeso considerable, es por algo.

El problema aquí radica cuando hay gente cuyo metabolismo es más agradecido para las dietas, no sufre esa depresión, pierde el peso más rápidamente y con autosuficiencia mira a los demás gordos porq no saber hacer dieta con su misma efectividad, con la creencia de que es porque los demás no tienen la voluntad necesaria. Hay que ser conscientes de que no todo el mundo responde igualmente a las dietas y sobre todo que no se pueden dar este tipo de consejos a la ligera porque siendo la obesidad un fenómeno tan complejo, no todo va a funcionar para todo el mundo. Pero, y ahí que conste, la dificultad para perder peso no ha de verse como un impedimento, sino como un reto para descubrir cómo podemos adelgazar sin que nuestra metabolismo se ralentice y haga que nuestra dieta fracase.

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