Ahora que estoy de vuelta en España, puedo aprovechar para pillarme de la biblioteca libros que normalmente no me compraría. Normalmente porque no espero gran cosa de ellos y no creo que valga dedicarle el tiempo.
El primero que me he leído ha sido "No más Dieta", de Julio Basulto, un experto español con impresionante currículum. No tenía grandes esperanzas porque de vez en cuando leo lo que escribe en el blog de "Comer o no comer" y en el blog de "Consum". Y aún con esas, la lectura me ha decepcionado, me esperaba más de él, para empezar que al menos se ahorrara el tono agresivo con el que suele escribir en medios telemáticos. Ya que se supone que es un experto que divulga para que lo entienda todo el mundo, esperaba que cuando hablara de las dietas milagro se enfocara en apelar al sentido común de la gente y se limita a apelar al sentido común de lo que hace más de 20 años, cuando él se sacaría la carrera, se creía conocer en nutrición. Al menos habría esperado que el nivel divulgativo fuera inteligible para cualquiera, y al final el resultado es de hecho con bastante poco contenido, teniendo en cuenta su longitud. Pero es un libro que encima me parece que tiene que resultar aburrido, excepto para los dietistas-nutricionistas y otros entendidos en el tema que le acompañen en su cruzada contra las dietas bajas en hidratos, que se frotarán las manos con sus chistes del tipo "[...] en menos que se dice Atkins", y le reirán las gracias. Un libro de este calado debería podérselo recomendar a mi madre y esperar que su salud mejorara, pero este no es el caso.
Mi segunda lectura por la cual no tenía del todo grandes esperanzas, ha sido "Saber comer" de Michael Pollan. Empieza el libro diciendo: "La nutrición es un tema muy complejo del que se sabe más bien poco, por eso en vez de ponerme técnico hablaré de reglas para comer alimentos". Define alimentos como "alimentos de verdad", de los de mercado, que no van en una caja con fotos de chicas esbeltas y palabras como "bueno para tu salud". No confiaba mucho en que me gustara el libro porque he leído algunos artículos suyos en donde se pone algo más técnico y no me da la impresión de que sepa realmente tanto, es por eso que algunos puntos donde se pone algo más técnico noto que chirrían, pero está bien, se lo perdono porque de los 64 puntos igual son tres o cuatro que no me convencen, sobre todo el tema de la carne, que parece que M Pollan no se haya fijado en que los estudios epidemiológicos que ligan consumo de carne de "cuatro patas" con problemas de salud, es porque no diferencian productos procesados cárnicos de la carne de verdad, ya sin tener en cuenta el tema de la carne de pasto. Lo que me gusta del libro es que, puntos discordantes a parte, da reglas básicas y sencillas para comer bien: No habla de calorías, no habla de macronutrientes, no habla de micronutrientes, de lo que habla es de volver a una dieta pre-industrial y te da para ello consejos bastante válidos. El nivel divulgativo es simple e inteligible y sus argumentos en general son sólidos y simples. Es un libro que podría recomendar a mi madre y estaría seguro de que su salud mejoraría (¡aunque quizá no sería óptima!).
Gracias Demóstenes. Habrá que leerlos, de todo se aprende. Me gusta la idea de dieta pre-industrial.
ResponderEliminarUn saludo.
El de Michael Pollan sí que te lo recomiendo, es sobre todo un libro práctico y útil para cualquier persona. El de Basulto si tienes curiosidad o si te gusta su estilo de escritura sí... Pero vamos xD.
EliminarA ver si voy leyendo mas libros en español y os recomiendo!!
Hola Carlos.
ResponderEliminarEl de Pollan lo leí hace un tiempo y más o menos coincido. El del sr. Basulto es que, sinceramente, no lo aguanto (a la persona me refiero) y conociendo sus ideas no creo que me merezca la pena leerlo.
Lo del curriculo impresionante del primer autor, supongo que es ironía. Me parece más paja que otra cosa (no es que sea investigador ni nada de eso...).
Estoy liado ahora escribiendo un libro de opinión sobre nutrición que espero encontréis interesante todos los que intentáis cambiar el paradigma de la nutrición (cosa que se agradece muuuucho).
Un saludo.